
Catequesis Misionera
ACTUAR DE DIOS
Un hombre se hallaba en el tejado de su casa durante unas inundaciones y el agua le llegaba a los pies. Poco después, pasó un individuo remando en una canoa y le gritó:
- “¡Oiga! ¿Quiere que le lleve a un sitio más alto?”.
- “No, gracias - replicó el hombre -. Tengo fe en el Señor y Él me salvará”.
Pasó el tiempo, y el agua le llegaba al hombre hasta la cintura. Entonces pasó por allí una lancha de motor.
- “¿Quiere que le lleve a un sitio más alto?” -gritó el que la llevaba.
- “No, gracias - respondió el hombre -. Tengo fe en el Señor y Él me salvará”.
Más tarde, cuando el nivel del agua le llegaba hasta al cuello del individuo, llegó un helicóptero.
- “¡Cójase a la cuerda - gritó el piloto -. Yo le subiré”.
- “No, gracias - dijo el hombre por tercera vez -.Tengo fe en el Señor y Él me salvará”.
Desconcertado, el piloto dejó a aquel hombre en el tejado, casi cubierto por las aguas. Después de haber pasado horas allí, el pobre hombre no pudo resistir más, se ahogó y fue a recibir su recompensa.
Mientras aguardaba en las puertas del Paraíso, se halló frente al Creador y se quejó de lo ocurrido:
- “Señor - le dijo -, yo tenía total fe en que Tú me salvarías y me abandonaste. ¿Por qué?”
A lo cual le replicó el Señor:
- “¿Qué más quieres? ¡Te mandé dos lanchas y un helicóptero!”.
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ADMITIR
Un anciano que tenía un grave problema de miopía se consideraba un experto en evaluación de arte. Un día visitó un museo con algunos amigos. Se le olvidaron las gafas en su casa y no podía ver los cuadros con claridad, pero eso no le frenó en manifestar sus fuertes opiniones. Tan pronto entraron a la galería, comenzó a criticar las diferentes pinturas. Al detenerse ante lo que pensaba era un retrato de cuerpo entero, empezó a criticarlo.
Con aire de superioridad dijo: -"El marco es completamente inadecuado para el cuadro. El hombre esta vestido en una forma muy ordinaria y andrajosa. En realidad, el artista cometió un error imperdonable al seleccionar un sujeto tan vulgar y sucio para su retrato. Es una falta de respeto".
El anciano siguió su parloteo sin parar hasta que su esposa logró llegar hasta él entre la multitud y lo apartó discretamente para decirle en voz baja:
-"Querido, estás mirando un espejo".
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ALGUIEN NOS ESTÁ VIGILANDO
Un policía de tráfico se dirigió a un conductor y le dijo:
–– “¿Qué le sucede amigo? ¿No vio usted la luz roja del semáforo?”.
–– “¡Oh, sí!” – Le contestó el conductor–. “Yo vi la luz roja del semáforo, pero a quien no vi fue a usted”.
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APRENDER A ESCUCHAR
Jorge y su hija pequeña Mati fueron a dar un paseo al parque de atracciones. En el camino se detuvieron a darse una comilona.
Una vez en el parque de atracciones se acercaron a un puesto de perritos calientes y Mati dijo:
- “Papi, quiero...”. Jorge le interrumpió y la atiborró de palomitas.
Al llegar al puesto de los helados Mati volvió a gritar:
- “Papi, quiero...”. Jorge le volvió a interrumpir... pero esta vez dijo:
- “¡Quiero, quiero!”
- "Ya sé lo que quieres, ¿un helado?"
- "No, papi", suplicó. "Quiero... vomitar"
Osho
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ARREGLAR EL MUNDO
Un científico, que vivía preocupado con los problemas del mundo, estaba resuelto a encontrar los medios para aminorarlos. Pasaba sus días en su laboratorio en busca de respuesta para sus dudas.
Cierto día, su hijo de seis años invadió su santuario, decidido a ayudarlo a trabajar. El científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lado. Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiera entretenerlo. De repente se encontró con una revista, en donde había un mapa con el mundo, justo lo que precisaba. Con unas tijeras, recortó el mapa en varios pedazos y junto con un rollo de cinta, se lo entregó a su hijo diciendo:
- “Como te gustan los rompecabezas, te voy a dar el mundo todo roto para que lo repares sin la ayuda de nadie.”
Entonces calculó que al pequeño le llevaría 10 días componer el mapa, pero no fue así. Pasadas algunas horas, escuchó la voz del niño que lo llamaba calmadamente:
- "Papá, papá, ya hice todo, conseguí terminarlo".
Al principio el padre no creyó en el niño. Pensó que sería imposible que, a su edad, hubiera conseguido componer un mapa que jamás había visto antes. Desconfiado, el científico levantó la vista de sus anotaciones, con la certeza de que vería el trabajo digno de un niño. Para su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados en sus debidos lugares. ¿Cómo era posible? ¿Cómo el niño había sido capaz?
– “Hijito, tu no sabías ¿cómo era el mundo, cómo lo lograste?”
– “Papá, yo no sabía cómo era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo, vi que del otro lado estaba la figura del hombre. Así, que di vuelta los recortes, y comencé a recomponer al hombre, que sí sabía cómo era.”
- “Cuando conseguí arreglar al hombre, di vuelta a la hoja y vi que había arreglado al mundo.”
Cristian Urzúa Pérez
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CARGANDO CON LA BALSA
Un hombre iba caminando con dificultad por la orilla de un río. Observó que la orilla opuesta era mucho más transitable, pero no podía alcanzarla a nado porque la corriente era muy fuerte. Así que paró, reunió algunas cañas y los materiales necesarios y construyó una balsa. Subido en ella cruzó el río sin problemas.
Una vez llegado a la otra orilla, sintió tristeza al pensar en abandonar su embarcación. Consideraba todo un logro personal haberla construido y le gustaba contemplarla. De modo que decidió cargarla sobre sus espaldas y reanudó su marcha.
Pero, conforme iba pasando el tiempo, sus pasos se hacían cada vez más torpes y lentos. A pesar de que el camino era más fácil, se iba quedando sin fuerzas, y empezó a preguntarse si había valido la pena cambiar de orilla. Tardó tiempo en darse cuenta del desgaste que le estaba suponiendo llevar la balsa a sus espaldas mientras escalaba hacia las cumbres de la montaña.
Finalmente decidió abandonar su carga y se sintió más ligero y más equilibrado.
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CARGAR LAS PIEDRAS
Hu-Ssong propuso a sus discípulos el siguiente relato:
- "Un hombre que iba por el camino tropezó con una gran piedra. La recogió y la llevó consigo. Poco después tropezó con otra. Igualmente la cargó. Todas las piedras con que iba tropezando las cargaba, hasta que aquel peso se volvió tan grande que el hombre ya no pudo caminar. ¿Qué piensan ustedes de ese hombre?"
- "Que es un necio", respondió uno de los discípulos. "¿Para qué cargaba las piedras con que tropezaba?"
Dijo Hu-Ssong:
- "Eso es lo que hacen aquellos que cargan las ofensas que otros les han hecho, los agravios sufridos, y aun la amargura de las propias equivocaciones. Todo eso lo debemos dejar atrás, y no cargar las pesadas piedras del rencor contra los demás o contra nosotros mismos. Si hacemos a un lado esa inútil carga, si no la llevamos con nosotros, nuestro camino será más ligero y nuestro paso más seguro."
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CARRERA DE ZAPATILLAS. Cuento infantil sobre la amistad
Había llegado por fin el gran día. Todos los animales del bosque se levantaron temprano porque ¡era el día de la gran carrera de zapatillas! A las nueve ya estaban todos reunidos junto al lago.
También estaba la jirafa, la más alta y hermosa del bosque. Pero era tan presumida que no quería ser amiga de los demás animales.
La jirafa comenzó a burlarse de sus amigos:
- Ja, ja, ja, ja, se reía de la tortuga que era tan bajita y tan lenta.
- Jo, jo, jo, jo, se reía del rinoceronte que era tan gordo.
- Je, je, je, je, se reía del elefante por su trompa tan larga.
Y entonces, llegó la hora de la largada.
El zorro llevaba unas zapatillas a rayas amarillas y rojas. La cebra, unas rosadas con moños muy grandes. El mono llevaba unas zapatillas verdes con lunares anaranjados.
La tortuga se puso unas zapatillas blancas como las nubes. Y cuando estaban a punto de comenzar la carrera, la jirafa se puso a llorar desesperada.
Es que era tan alta, que ¡no podía atarse los cordones de sus zapatillas!
- Ahhh, ahhhh, ¡qué alguien me ayude! - gritó la jirafa.
Y todos los animales se quedaron mirándola. Pero el zorro fue a hablar con ella y le dijo:
- Tú te reías de los demás animales porque eran diferentes. Es cierto, todos somos diferentes, pero todos tenemos algo bueno y todos podemos ser amigos y ayudarnos cuando lo necesitamos.
Entonces la jirafa pidió perdón a todos por haberse reído de ellos. Y vinieron las hormigas, que rápidamente treparon por sus zapatillas para atarle los cordones.
Y por fin se pusieron todos los animales en la línea de partida. En sus marcas, preparados, listos, ¡YA!
Cuando terminó la carrera, todos festejaron porque habían ganado una nueva amiga que además había aprendido lo que significaba la amistad.
Colorín, colorón, si quieres tener muchos amigos, acéptalos como son. FIN
Cuento de Alejandra Bernardis Alcain (Argentina)
http://www.guiainfantil.com/1210/cuento-infantil-carrera-de-zapatillas.html
COMO EL POZO DE AGUA
CRUZAMOS EL ARROYO sobre un puente pequeño y precario. Yo me hubiera sentido más seguro caminando sobre las piedras del lecho, e incluso andando por el agua, que no era muy profunda.
Pero seguí al Maestro, y él caminó seguro sobre el puentecito.Ya en la orilla opuesta, a corta distancia del arroyo, se destacaba un conjunto de árboles más tupidos y con hojas más verdosas que las exhibidas por la arboleda de los cerros y montañas.
A mis ojos aquello era indicio de la presencia de una vivienda.De modo que me fui acercando con la expectativa de ver alguna casita o algún rancho.Llegamos. De inmediato constaté entre los árboles la presencia de algunos viejos frutales, un peral, un membrillo y una higuera, testigos de muchos años, con sus troncos nudosos y sus ramas secas. Pero estaban vivos.
Y confirmé mi intuición. Entre los árboles y los yuyos, que habían invadido lo que fuera un patio, unas viejas paredes semi destruidas mostraban los restos de lo que había sido una casita.
El maestro, conocedor del lugar, se movía con soltura.Seguramente sabría que ahí ya no había moradores.Y se detuvo junto al brocal de un pozo de agua.
Pese a su evidente deterioro, el brocal se mantenía en pie, íntegro, con los soportes para una roldana, por donde corría la cadena que sostenía en su extremo un viejo balde.Mi mente viajó a través del tiempo... buscando a quienes habían dado vida a estas paredes, este patio, este pozo...
Pero el Maestro me sacó de mis cavilaciones.Con la naturalidad de todos sus gestos y sus acciones, se acercó al brocal, tomó la cadena en su mano derecha, mientras con la izquierda soltaba el balde hacia el fondo.
Me asomé y vi las aguas a no mucha profundidad.El balde acababa de golpearlas con su peso y ahora, inclinado, se hundía en ellas al llenarse.
El Maestro comenzó a recoger la cadena hasta que el balde estuvo fuera del brocal. Lo apoyó sobre el mismo, lo inclinó y devolvió el agua al pozo. Esperó un momento y repitió la operación.Una y otra vez la misma ceremonia, el balde descendiendo vacío y ascendiendo lleno.
- "Mira y escucha".
Era la primera vez que el Maestro me daba una orden o una indicación, en medio de nuestra tarea. Soltó una vez más el balde con velocidad.Alertado por sus palabras, registré el ruido provocado por el balde al descender vacío, al golpear contra el brocal y, finalmente, al caer sobre el agua.
El Maestro comenzó a recoger la cadena, sin dar tiempo para que el balde se llenara. Y de nuevo el ruidoso ascenso del balde casi vacío.De inmediato volvió a soltarlo, pero esta vez lo dejó descender lenta y silenciosamente. Le dio tiempo para que se llenara y comenzó a subirlo.El balde llegó silencioso hasta la boca del brocal, lleno de agua.
Esta vez el Maestro bebió.Me invitó con un gesto y acepté. Disfruté de aquellas aguas frescas y limpias.El Maestro guardó sus momentos de silencio y de quietud. Y luego repitió su tarea varias veces más. Yo miraba y escuchaba. Veía y oía. Pero, ¿Adónde me llevarían los caminos del anciano?
Colgó el balde en su lugar. Dejó la cadena sobre el brocal. Y comentó sus vivencias, profundamente poseído... -"Linda imagen del hombre que habla! El brocal es como la boca...Luego sigue la garganta...Y allá abajo, el corazón...
El balde es como la palabra...Hay palabras que suben vacías,Y llegan como el balde,sin agua y con mucho ruido...Hay palabras que vienen desde lo hondo,desde el corazón...Y llegan cargadas de sentido.Hay palabras que acrecientan tu sed,porque son como el balde vacío;sin agua...
Y hay palabras que calman tu sed, "porque vienen desde el corazón,como el balde lleno..."
- "Las aguas del pozo nunca se agotan,se renuevan cuando las sacaspara saciar tu sed...Así es el corazón del hombre;nunca se agotan su amor y sus riquezas;se renuevan cuando las entregas..."
- "Un pozo sin agua es una decepción para el peregrino que se acerca sediento.Un corazón sin amor,es una decepción para el hermano, que necesita ser amado...”
René J. Trossero De "Hombre adentro" Caminos hacia tu interior Editorial Bonum.
COMPARTIR NUESTRA LUZ
Hu-Song, filósofo de Oriente, contó a sus discípulos la siguiente historia:-
"Varios hombres habían quedado encerrados por error en una oscura caverna donde no podían ver casi nada. Pasó algún tiempo, y uno de ellos logró encender una pequeña tea. Pero la luz que daba era tan escasa que aun así no se podía ver nada. Al hombre, sin embargo, se le ocurrió que con su luz podía ayudar a que cada uno de los demás prendieran su propia tea y así, compartiendo la llama con todos, la caverna se iluminó".
Uno de los discípulos pregunto a Hu-Song:
- "¿Qué nos enseña, maestro, este relato?"
Y Hu-Song contestó:
- "Nos enseña que nuestra luz sigue siendo oscuridad si no la compartimos con el prójimo. Y también nos dice que el compartir nuestra luz no la desvanece, sino que por el contrario, la hace crecer."
http://cuentosqueyocuento.blogspot.com.ar/2009/02/compartir-nuestra-luz.html
PARA TRABAJAR EL CUENTO
ACTUAR DE DIOS
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Leer y releer el texto hasta que todos lo hayan comprendido. Si es posible llevar una copia para que cada uno pueda seguir la lectura.
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Reconstruir el texto. Aunque parezca muy básico siempre es bueno volver a contar la historia con las propias palabras de los que participan en el grupo. Ayuda la comprensión y a no dejar de lado cosas del cuento.
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¿Qué personajes encontramos en este cuento?
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¿Cuál fue la actitud de cada uno?
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¿Por qué muere ahogado el sacerdote?
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¿Qué es lo que el sacerdote nunca llegó a comprender?
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Los rescatistas ¿logran salvar al sacerdote? Por qué…
Dios, ¿logra salvar al sacerdote? Por qué…. -
¿Cuál fue el modo de actuar de Dios?
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¿Qué enseñanza te deja este cuento para tu vida personal y grupal?
PARA TRABAJAR EL CUENTO
ALGUIEN NOS ESTÁ VIGILANDO
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Leer y releer el texto hasta que todos lo hayan comprendido. Si es posible llevar una copia para que cada uno pueda seguir la lectura.
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Reconstruir el texto. Aunque parezca muy básico siempre es bueno volver a contar la historia con las propias palabras de los que participan en el grupo. Ayuda la comprensión y a no dejar de lado cosas del cuento.
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¿Qué personajes encontramos en este cuento?
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¿Cuál fue la actitud de cada uno?
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El conductor ¿Qué es lo que ve?
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El conductor ¿qué es lo que no ve? ¿Por qué necesitaba ver al policía?
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¿Qué enseñanza te deja este cuento para tu vida personal y grupal?
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¿Qué te enseña este cuento para ustedes que son padres?
PARA TRABAJAR EL CUENTO
APRENDER A ESCUCHAR
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Leer y releer el texto hasta que todos lo hayan comprendido. Si es posible llevar una copia para que cada uno pueda seguir la lectura.
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Reconstruir el texto. Aunque parezca muy básico siempre es bueno volver a contar la historia con las propias palabras de los que participan en el grupo. Ayuda la comprensión y a no dejar de lado cosas del cuento.
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¿Qué personajes encontramos en este cuento?
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¿Por qué el padre le da tantas cosas a su hija Mati?
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¿Qué es lo que realmente quería Mati?
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¿Por qué te parece que actuó así el padre de Mati?
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¿Por qué Mati tenía necesidad de vomitar?
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¿Cuál te parece que tendría que haber sido la actitud del padre para evitar el que Mati vomitara?
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¿Crees haber vivido una situación parecida a la del cuento?
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¿Qué te lleva a actuar así?
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¿Qué enseñanza te deja este cuento para tu vida personal y como padre?
PARA TRABAJAR EL CUENTO
CARGANDO LA BALSA
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Leer y releer el texto hasta que todos lo hayan comprendido. Si es posible llevar una copia para que cada uno pueda seguir la lectura.
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Reconstruir el texto. Aunque parezca muy básico siempre es bueno volver a contar la historia con las propias palabras de los que participan en el grupo. Ayuda la comprensión y a no dejar de lado cosas del cuento.
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¿Qué personaje encontramos en este cuento?
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¿Qué objeto es del que tanto se habla en el cuento?
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¿Cómo describe, el autor del cuento, las dos orillas?
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¿Qué lo lleva al personaje a cambiar de orilla?
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¿Cómo recorre los primeros tramos de su caminata? ¿A qué se debe esta actitud?
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El llevar la barca a cuestas ¿Qué consecuencias le produjo al hombre?
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El hombre ¿qué descubre de las dos orillas?
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¿Cuál es la solución que encuentra este hombre camino a la cumbre?
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¿Qué enseñanza te deja este cuento para tu vida personal y grupal?
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¿Podrías descubrir en tu vida esas “orillas” que elegiste pensando que iba a ser más sencillo?
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¿Podrías pensar hoy que cosas son las que tienes que dejar para poder alcanzar la “cumbre” de tu vida?
PARA TRABAJAR EL CUENTO
ADMITIR
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Leer y releer el texto hasta que todos lo hayan comprendido. Si es posible llevar una copia para que cada uno pueda seguir la lectura.
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Reconstruir el texto. Aunque parezca muy básico siempre es bueno volver a contar la historia con las propias palabras de los que participan en el grupo. Ayuda la comprensión y a no dejar de lado cosas del cuento.
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¿Qué personajes encontramos en este cuento?
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¿Cuál fue la actitud de cada uno?
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Si no tenía sus gafas ¿Qué es lo que veía?
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¿Por qué te parece que el anciano era tan crítico?
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¿Qué elementos de la pintura son los que critica?
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El anciano ¿desde dónde está mirando el cuadro? Te parece que mira o trata de ponerse en el lugar del pintor o de los otros espectadores?
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¿Quién le ayuda a descubrir la verdad de lo que estaba sucediendo?
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¿Cuál te parece que fue la actitud del anciano cuando su mujer le dijo que era un espejo?
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¿Qué enseñanza te deja este cuento para tu vida personal y grupal?
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¿Qué consejo le darías al anciano?
PARA TRABAJAR EL CUENTO:
COMPARTIR NUESTRA LUZ
Si lo desean pueden leer el cuento hasta ¿qué nos enseña, maestro este relato? Así se puede trabajar en el grupo esta pregunta.
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Leer y releer el texto hasta que todos lo hayan comprendido. Si es posible llevar una copia para cada uno para que puedan seguir la lectura.
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Reconstruir el texto. Aunque parezca muy básico siempre es bueno volver a contar la historia con las propias palabras de los que participan en el grupo. Ayuda la comprensión y a no dejar de lado cosas del cuento.
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¿Qué personajes encontramos en este cuento?
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¿Qué actitud tiene el filósofo de Oriente?
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¿Qué actitud tienen sus discípulos?
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¿Qué les enseña, a los discípulos, este relato?
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¿Cuál es para vos, “esa luz” que enciendes junto con otros, que ilumina “la caverna” de tu vida, la de tu familia, la de tu barrio, la de tu comunidad?
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Las personas a tu alrededor, son capaces de encender su propia luz, se animan a unir su luz para iluminar a más personas, a más situaciones?
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Piensa en alguna persona que conozcas, cercana que ha encendido su luz junto a la tuya para iluminar…
PARA TRABAJAR EL CUENTO:
ARREGLAR EL MUNDO
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Leer y releer el texto hasta que todos lo hayan comprendido. Si es posible llevar una copia para que cada uno pueda seguir la lectura.
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Reconstruir el texto. Aunque parezca muy básico siempre es bueno volver a contar la historia con las propias palabras de los que participan en el grupo. Ayuda la comprensión y a no dejar de lado cosas del cuento.
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¿Qué personajes encontramos en este cuento?
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¿Cuál fue la actitud de cada uno?
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¿Por qué el padre le da esa tarea tan difícil al niño?
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¿Cómo logra el niño armar el rompecabezas?
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¿Por qué el padre desconfía de que su hijo haya podido realizar la tarea?
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¿Qué le enseña el hijo pequeño al científico?
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¿Qué enseñanza te deja este cuento para tu vida personal y como padre?
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Piensa algo que puedes “rearmar” como persona para solucionar algún problema del mundo o de tu mundo?
PARA TRABAJAR EL CUENTO:
CARGAR LAS PIEDRAS
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Leer y releer el texto hasta que todos lo hayan comprendido. Si es posible llevar una copia para que cada uno pueda seguir la lectura.
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Reconstruir el texto. Aunque parezca muy básico siempre es bueno volver a contar la historia con las propias palabras de los que participan en el grupo. Ayuda la comprensión y a no dejar de lado cosas del cuento.
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¿Qué personajes encontramos en este cuento?
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¿Qué puedes decir del hombre que por el camino iba tropezando?
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¿Por qué cargaba con esas piedras?
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Finalmente esas piedras ¿qué le impidieron hacer?
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Dirías como los discípulos de Hu-SSong, que era un necio…
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Nosotros, ¿somos de los que “cargamos” las ofensas que otros nos han hecho en nuestro corazón? ¿Somos de los que no podemos perdonar a los demás o a nosotros mismos?
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Recuerdas algún texto bíblico en donde Jesús nos enseña lo que dice el maestro Hu-Ssong…
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¿Qué podemos pedirle a Dios para dejar de ser “necios” y poder hacer a un lado la “inútil carga” que guardamos en el corazón?
PARA TRABAJAR EL CUENTO
CARRERA DE ZAPATILLAS
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Leer y releer el texto hasta que todos lo hayan comprendido. Si es posible llevar una copia para que cada uno pueda seguir la lectura.
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Reconstruir el texto. Aunque parezca muy básico siempre es bueno volver a contar la historia con las propias palabras de los que participan en el grupo. Ayuda la comprensión y a no dejar de lado cosas del cuento.
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Si se reconstruye el texto con niños se pueden llevar las diferentes imágenes de los animales que participan en este cuento.
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¿Qué animales participan en la “Carrera de zapatillas”?
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¿Cuál es la actitud que tiene la Jirafa? ¿Por qué te parece que actúa de ese modo? Lo que decía la jirafa de la tortuga, del rinoceronte, del elefante, ¿era verdad o mentira?
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El zorro, la cebra, el mono y la tortuga ¿escuchaban lo que decía la jirafa? ¿qué actitud tenían ellos?
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Para la carrera ¿cómo se había preparado los animales?
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¿Qué le sucedió a la jirafa?
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¿Qué le dijo el zorro? ¿Era verdad lo que el zorro le dijo? La jirafa, finalmente ¿participó de la carrera?
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¿Quiénes la ayudaron a atarse los cordones?
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Todos los animales ¿corrieron la carrera de zapatillas? ¿Por qué pudieron hacerlo?
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En esta carrera de zapatillas ¿Quiénes ganaron? ¿Por qué te parece que ganaron?
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¿Qué te enseña este cuento para vos y para tu grupo de amigos? ¿cuál podría ser el cambio en tu grupo para no parecerte a la jirafa?
PARA TRABAJAR EL CUENTO
COMO EL POZO DE AGUA
Tal vez podrían, antes de leer el cuento de Trossero, escribir en un papel en blanco todas aquellas palabras que hemos dicho en estos últimos días a nuestra familia, a nuestros amigos o compañeros de trabajo. Mientras el grupo trabaja en silencio, podemos poner un poco de música tranquila que ayude a recordar… Una vez que todos han escrito sus palabras o frases comenzamos con la lectura del cuento.
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Leer y releer el texto hasta que todos lo hayan comprendido. Si es posible llevar una copia para que cada uno pueda seguir la lectura.
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Reconstruir el texto. Aunque parezca muy básico siempre es bueno volver a contar la historia con las propias palabras de los que participan en el grupo. Ayuda la comprensión y a no dejar de lado cosas del cuento.
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¿Quiénes son los personajes que participan en esta historia?
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¿Cómo podrías describir a cada uno de ellos?
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¿Por dónde caminaba el maestro? ¿qué sentía el discípulo?
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¿Qué encontraron en medio del bosque? Descríbelos
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¿Cuál fue la actitud de cada uno de ellos cuando estaban cerca de la casa cubierta de árboles y yuyos?
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¿Qué hizo el maestro en el brocal? ¿Qué le pidió al discípulo?
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El maestro ¿Cuántas veces arrojó el balde? ¿De qué forma lo hacía?
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Finalmente ¿bebieron? ¿Qué experimentaron al beber de ese balde?
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¿Cuáles fueron las vivencias del maestro? ¿Qué cosas son las que compara?
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Esta comparación que el maestro realiza ¿Te enseña algo para tu vida? Y ¿para tu vida en familia, en grupo, con los amigos…?
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Retomando las frases escritas antes de leer el cuento, podemos compartir y ver cómo llegan nuestras palabras a los demás… logran calmar su sed… o por el contrario, ellos se quedan con sensación de vacío…