EN CAMINO

 

En esta sección pensamos en el catequista misionero, en su identidad y misión. Pensamos, también, en la belleza de una metodología que nace de la mismísima pedagogía de Jesús. Los invitamos a reflexionar juntos sobre la vocación del catequista llamado a tomar conciencia de su valor como misionero, incorporando la misión como una dimensión esencial de su existencia, dimensión que nos invita a “salir al encuentro” del otro y a dejarnos conocer  por él. Nos preguntamos…

 

• ¿Qué es ser catequista misionero hoy? 

• ¿Qué deseamos anunciar como catequistas misioneros?

 

El catequista misionero es un hombre o una mujer del Evangelio que escucha, anuncia y sirve. Una auténtica actitud de escucha convoca al catequista a anunciar la Buena Noticia que él ha recibido porque, en un sentido, ya no es más él mismo, sino que es Cristo quien vive en él. Y este anuncio, que es servicio en sí mismo, (la diaconía de la catequesis) convoca, a su vez, a catequistas, catecúmenos y catequizandos a hacerse servidores de sus hermanos. La caridad precede a la catequesis. Es decir que el testimonio del amor es la primera catequesis que todo catequista está llamado a ofrecer.

 

Y es esa misma caridad la que resplandece en todo el camino que recorren juntos catequistas e interlocutores. Los que anuncian y los que reciben el anuncio... En una dinámica en la que unos y otros se hacen alternadamente anunciadores y receptores, el Mensaje de Jesús crece en los corazones de unos y de otros al ritmo de una pedagogía hecha de amor, cercanía y paciencia.

 

"Eco", el simpático personaje de nuestro sitio, aparece en esta sección con una sola zapatilla. Incansable y vital recorre los caminos siempre nuevos del Reino de Dios.