
Catequesis Misionera

Cuando hablamos de pedagogía no solo nos paramos sobre el concepto de educar, sino el de formar.
Y en Jesús, podemos observar que sus enseñanzas buscaban en la persona su formación. Pero no una formación intelectual, sino una formación que transforma todas las dimensiones de la persona.
Con su pedagogía, Jesús formo nuevas comunidades de vida, en cada una de ellas, hay un antes y después en la historia del hombre y de los hombres.
Por ello nos preguntamos:
¿Cuál es el modelo pedagógico de Jesús?
Antes que nada, debemos tomar conciencia que Jesús vive en un escenario particular, en un tiempo histórico determinado.
Era una época de profunda crisis socio económico y espiritual.Tiempos de sometimiento y dictaduras.
Y Jesús propone un modelo de vida que amerita un cambio radical: tolerancia, no violencia, respeto, en una sola palabra: amor paciente, generoso, capaz de entregar la propia vida.
Jesús habla de Reino, aquí y ahora. Un reino que va más allá de toda condición económica y social del hombre.
El método de Jesús no parte de ideas, sino del propio escenario cultural, social y religioso de cada hombre y mujer de su tiempo y de todos los tiempos.
Habla de un escenario que cotidianamente están todos involucrados.
Habla de un escenario que cotidianamente están todos involucrados.
La palabra TODOS, golpea en esta pedagogía. Eran tiempos donde no todos estaban incluidos, ni los judíos en el poder romano, ni los judíos con otras comunidades, ni entre ellos mismos, el lugar y condición tenían un lugar determinado.
Personajes importantes caen de los evangelios que nos presentan esta pedagogía, Mateo, Zaqueo, Magdalena.
Por ello con en este marco nos preguntamos:
¿Qué enseña Jesús?
Jesús nos enseña a su Padre , que se revela en Él y Jesús nos muestra el Reino
Nos invita a formarnos en un estilo de vida.
No es una forma de vivir. Toda la vida de la persona se ve involucrada. Es la construcción de un nuevo tejido social, tejido que llamamos comunidades de vida.
¿A quiénes enseña Jesús?
A todos, nadie queda fuera. No hay excluidos. No solamente no hay excluidos, sino que se acerca, sale al encuentro en búsqueda de todos, hasta de los más pobres y los pone a la cabeza del Reino.
¿Cómo enseña Jesús?
Jesús enseña con obras y Palabra
No teme al qué dirán. Dice Verdad y hace Verdad. Construye la libertad en los hombres, desde lo más descarnado que es su propia muerte.
Camina al lado de cada hombre y mujer respetando sus tiempos.
Sabe esperar.
Signos, gestos serán formas de comunicación y géneros literarios como comparaciones, controversias y la parábola; género muy utilizado por Jesús, la parábola - metáfora, donde lo abstracto se concreta en lo cotidiano.
JESÚS PEDAGOGO


Cuando hablamos de la pedagogía de la catequesis nos referimos para ser más exactos al nº 35 del Directorio general para la catequesis de 1997, “la concepción que se tenga de la catequesis condiciona profundamente la selección y organización de sus contenidos (cognoscitivos, experienciales, comportamentales), precisa sus destinatarios y define la pedagogía que se requiere para la consecución de sus objetivos”.
Cuando hablamos de catequesis, de pedagogía, de método, tenemos que hablar de caminos, procesos.
Por ello al hablar de catequesis decimos que es un camino de crecimiento y maduración en la fe de Jesús y Su Iglesia, sistemático y ordenado, que le da sentido a la Vida.
La pedagogía catequística se fundamenta en:
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las Sagradas Escrituras,
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la Tradición y
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el Magisterio de la Iglesia.
Sin olvidar que es imperioso que TODA CATEQUESIS, esté arraigada en las ciencias humanas.
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¿En qué hombre creo?
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¿En qué Jesús creo?
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¿En qué Iglesia creo?
La persona del catequista es fundamental en el acto catequético.
Enseñar aprendiendo del otro, de su escucha, de su situación.
Este camino de fe se trata de enseñar en la fe, de animar la fe y de educar la fe.
Este camino tiene un principio y se desarrolla a lo largo de la vida, acompañando las etapas evolutivas, culturales de cada una de las personas.
Él es el que junto a los otros se adentrará con pies descalzos en el Misterio de Dios.
Él es el que relatará y explicará las escrituras. Él es la voz de la Iglesia.
És el catequista el que sale al encuentro y escuchará a quienes encuentre en este camino de fe para llevar el mensaje de Jesús.
Animar desde la fe, regalo de Dios
y tarea del hombre, compañero de camino
, para animar la propia, la del catequista, que sigue encrecimiento.
Aprender como vasija de barro que se trasforma en odre nuevo necesitado de seguir fortaleciendo su fe.
Por ello estos tres conceptos se siguen el uno al otro y se necesitan el uno en el otro: Enseñar, aprender, animar

